Sostenible
Los reyes de la
economía circular
Los hongos cultivados son los campeones del reciclaje en el mundo agrario. Se cultivan utilizando los residuos generados en otras actividades agrícolas. Por eso, además de ser una fuente de salud, ayudan a preservar el equilibrio
en la naturaleza. Expertos en sostenibilidad de todo el mundo aseguran que el cultivo de hongos es la actividad agraria más sostenible del planeta, desde el comienzo del proceso de cultivo hasta la cosecha. Profundizando en la sostenibilidad de los hongos y explorando por qué muchos los consideran uno de los alimentos de menor impacto del planeta encontramos dos razones incontrovertibles:
• Los hongos requieren menos materiales de cultivo, agua y energía que otras actividades agrarias.
• El cultivo de hongos emite mucho menos dióxido de carbono y requiere menos cantidad de tierra que cualquier otra práctica agrícola.
Las materias primas utilizadas para fabricar el sustrato sobre el que crecen los hongos son paja, estiércol de caballo o de aves de corral y yeso, básicamente, subproductos de otras agroindustrias. Esto supone que en el cultivo de hongos se recicla de forma natural desde el principio del proceso, y además, se extrae el máximo valor de los subproductos agropecuarios. Por último, una vez recolectados, el sustrato utilizado para su desarrollo vuelve al medio ambiente como acondicionador de suelos para otros cultivos. De esta forma, el ciclo está completo.